Argentina no está en llamas... ...Todavía
- Milano
- 15 ago 2019
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 19 oct 2020
El lunes 12 por la mañana me escribe mi amiga Rose.
Temerosa por los resultados electorales, me pregunta:
¿Cómo lo ves tú...?
La dejé esperando...
Ha pasado casi la semana, y aún estoy pensando... es una manía que tengo, dejar de responder cuando estoy pensando. Tiendo a pensar que el tiempo se detiene cuando pienso, y tengo mercurio en tauro, así que soy lento, muy lento...
Vivir en Argentina recuerda tanto a Venezuela.
¿pero en verdad tenía que ser tanto?
Enciendo un cigarro y me sirvo un vaso de whisky para organizar las ideas, y aunque no sea tarea fácil, voy a intentar ordenar y poner por escrito lo que pienso:
Vistos los resultados de la hecatombe electoral macrista del Domingo 11 de Agosto, y del subsecuente lunes negro, diera la impresión de que la Argentina se ha dispuesto a tomar una pequeña muestra de "venezolanismo" para experimentar, y replicar en pocos meses con lo peor de 40 años de socialdemocracia adeca, y 20 años de chavismo Populista caribeño.
A Dios gracias, en este país los militares no se meten en los asuntos de los civiles, y ese rechazo hacia lo militar presente en la sociedad argentina, es lo que permite el desarrollo de su democracia, aunque sea imperfecta, no importa, pero el poder en Argentina constantemente pasa de manos (y recordemos que los presidentes, como los pañales, hay que cambiarlos a menudo y por los mismos motivos).
En resumen, desde hace años argentina pendula entre izquierdas y derechas.
De igual manera, esta disputa de poderes y toldas políticas en Argentina, al desarrollarse entre civiles, permite, entre otras cosas desaparecidas en Venezuela bajo la bota militar, la plena libertad de expresión de los ciudadanos y de de las diversas facciones en disputa.
Sin embargo, en Argentina más que plena, la libertad de expresión, es absoluta, ilimitada, tanta que a veces deviene en estridencia.
Desde que llegué a este país, la perpetua permanencia de la TV encendida en los hogares, los diarios amarillistas en todas las esquinas, el activismo panfletario incesante, y las manifestaciones de calle día de por medio, entre otras formas de manifestación, llamaron rápidamente mi atención, pues todo es un flash-back de la Venezuela previa al 2002, y para quien conoce la enfermedad, los síntomas son claros:
Una sociedad neurótica, polarizada, hiper-politizada, fácilmente manipulable (Divide et vinces).
Elaborar mucho más sobre éste último punto con mayor detalle implicaría mucho trabajo innecesario, pero puede resumirse de la siguiente manera :
Las matrices de opinión de la maquina mediática argentina son tan volátiles y especulativas como sus mercados, por ende logran tener el mismo poder caotizante.
Además, en Argentina cualquiera opina como experto, y a su vez, a los expertos no los escucha nadie, o pasan por meros show-men. No en vano Argentina concentra una de las más grandes cantidades de "Think-Tanks" del continente, y ya ven como les va ("en casa de herrero, cuchillo de palo).
Sin embargo, volvamos al principio, y retomemos lo que dejamos pendiente: esas similitudes de la política argentinas con la venezolana, y sus pequeñas diferencias.
Después del Kirchnerismo filo-chavista y filo-castrista vino el macrismo a gobernar a la argentina, y gobernaron de un modo no muy distinto a como lo hicieran los adecos venezolanos en su momento: una especie de social-democracia gradualista, tibia, floja, una que no terminó de convencer.
Los más moderados hacen apología del macrismo esgrimiendo que éste solo intentaba que no explotara la bomba de tiempo dejada por el populismo duro en la casa rosada. A su vez, los más radicales, tildan al macrismo de"socialismo de cuello blanco"; de gente linda y bien educada que gusta del buen whisky, del buen tinto, del buen champagne. Total, el estado está para pagar la cuenta, y repartir algo a los votantes llegado el momento.
No obstante, si bien cuenta con alguno que otro commodity, la Argentina no cuenta, por ejemplo, con la escandalosa renta petrolera que Venezuela alguna vez tuvo, lo cual complica bastante las cosas. Puesto que, el estado Argentino es enorme, elefantiasico, verdaderamente exorbitante, y al argentino promedio le encanta el verso "repartición de la riqueza" (entiéndase por esto último: carga impositiva ridícula para los estándares de ingreso de sus ciudadanos) al estilo sueco o noruego, pero con choreo de marca nacional, y para colmo de males, la economía argentina es bastante cerrada, sus leyes laborales son arcaicas y consecuentemente el desempleo, la inflación y por supuesto la pobreza no han parado de crecer en décadas.
La promesa macrista de achicamiento del estado quedó en el olvido, y las inversiones no llegaron. Antes, lo que sí se achicó fueron los sectores productivos y el consumo a punta de tarifazos, retenciones, y disminución del circulante en un intento de poner freno a la inflación.
Bajo promesa de revertir tal escenario se eligió entonces a Mauricio Macri como presidente, y a falta de dinero, de renta, y de inversión éste se lanzo de frente hacia la deuda (¿a donde más si no?) lo cual en principio no es necesariamente malo, pero el problema de fondo nunca se resolvió.
La promesa macrista de achicamiento del estado quedó en el olvido, y las inversiones no llegaron. Antes, lo que sí se achicó fueron los sectores productivos y el consumo a punta de tarifazos, retenciones, y disminución del circulante, en un intento de poner freno a la inflación.
Evidentemente, en un país que vive del estado, todo salió mal, muy al estilo del segundo mandato de Carlos Andrés Pérez de hecho:
Demasiadas promesas rotas, así como incomodidades ligadas, entre otras cosas, al cortoplacismo latinoamericano.
Los resultados, los de siempre: estanflación, suba del dólar, mayor expectativas de inflación, cuotas de intereses bancarios irracionales, y claro, la carrera loca hacia la vieja formula populista como "salvavidas" frente a la debacle.
En resumen:
Cristina, y su forma de gobierno populista seguramente regresan en forma Alberto Fernández. Querer ahondar en explicar el modelo populista es perder tiempo así que resumamos: emisión monetaria, choreo, y destrucción de la economía para generar nuevos votantes, pero...
¿Acaso hay otra opción para Argentina?
En lo personal, me gusta la opción Espertiana, pero éste pareciera no ser una opción para los argentinos.
Razonablemente, tal escenario de polarización que no contempla más opciones, hace recorrer un espantoso escalofrió con sabor a dejá vu por las espaldas venezolanas exiliadas en Argentina, así como por las de las facciones de derecha o libertarias locales.
Como mencioné, las filiaciones del Kirchnerismo con el chavismo venezolano y, en general, con toda la izquierda marxista y guerrillera del continente son conocidas y preocupantes. Igualmente, chávez ya no está, ni podría, aunque estuviera, ayudar de nuevo a sus amigos los Kirchner con la otrora abultada petrochequera venezolana. Así que indiferentemente al hecho de que el presidente virtualmente sea Alberto Fernandez, no deja de preocupar que su primera promesa electoral fuera: No pelearse con Cristina.
Entonces, sin la certeza de cual será el rumbo tomado por Fernandez, es muy complicado predecir lo que puede ser del futuro de Argentina, pero los indicios presentes y los antecedentes no son nada alentadores. Ojalá nos equivoquemos, pero por si acaso, el que pueda, ya sabe que debe ahorrar en dolares y tener documentos al día.
En resumen, hay miedo, mucho miedo... El mejor aliciente para del caos... pero el mundo no se ha acabado... todavía.
Muy por el contrario de lo que dicen los medios, los buses siguen andando, los mercados siguen abiertos, es falso que no hayan referencias de precio, los niños van a la escuela. En fin, en este particular, nada parecido a Venezuela, en donde cada elección presuponía una catástrofe, y una sombra verde militar deambulaba por las esquinas.
En resumen, en Argentina los días siguen normales todavía. Sin embargo, los dos Fernández alevosamente siguen callando acerca el rumbo que tomaran una vez al mando.
¿Será que cuando el incendio empiece los encontraran tocando el arpa?
Amanecerá y veremos.
Antes de terminar, hay un par de asuntos los cuales me gustaría recalcar, de esta experiencia, pues creo que un día nos será de utilidad tenerlos presentes.
Mirémonos en el espejo argentino y rescatemos algunas moralejas de esta historia todavía en construcción:
1)Las transiciones democráticas (para bien, y para mal) solo se dan entre civiles.
2) Reforzando lo primero, y como lo fue un día en Venezuela, Los militares deben, siempre, siempre, estar lejos del poder político, y del mundo civil.
...Mácri anuncia nuevas medidas económicas que son percibidas como una bandita a una herida de bala, pues ya perdió, y los Fernández celebran aún sin grandes anuncios.
Veremos...
Mientras tanto, en la calle, a pesar de la subida del dólar, el país, es de lejos el desastre que los medios anuncian.
Todavía...
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