Claro, corto y conciso
- Milano
- 24 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Esto va claro, corto y conciso.
El pasado 18 de septiembre se celebraron las fiestas patrias chilenas, Chile concentra hoy, haciendo cálculos modestos, al menos 400.000 venezolanos, naturalmente, toda esa masa inmigrante se unió a la fiesta y a la celebración. Por supuesto no habían pasado 12 horas cuando ya los memes y los tweets inundaban la red con mensajes cómo: "Venezolanos que no sabían qué celebramos en Venezuela el 5 de Julio y ahora en #chile andan con el culo aguado celebrando las fiestas patrias".
Ahora bien, déjenme les explico una cosa:
Si bien yo tolero y celebro ampliamente el sentido del humor y pienso que este no debe coartarse en ninguna forma solo porque algún marica lo considere ofensivo (aunque estoy seguro de que a ese tweet algún posmo se las arreglaría para ponerle la etiqueta de "algo-fóbico"), este tipo de mensajes me parecen no tanto cómicos como una enorme y muy triste confesión de ignorancia. Agrego el triste porque ha sido enteramente impuesta por 20 años de lavado de cerebro ideológico chavista (y estas son el tipo de ideas que demuestran hasta donde llega el daño).
Porque verán, para los países civilizados, compatriotas venezolanos, las fechas patrias -las que sean- son una fiesta, una demostración de cultura, de alegría, de orgullo por una identidad, así como un momento para la distensión y para el disfrute. No más habría que ver lo apoteosicas que son las celebraciones del día de la bastilla en Francia para tener uno una idea.
Por el contrario, en los países que se manejan como cuarteles, carteles, carceles o cementerios (que es en lo que se ha convertido hoy Venezuela) una fecha patria es únicamente un pretexto para una diversa variedad de cosas, aunque ninguna buena.
Una fecha patria en Venezuela, Cuba o Norcorea solo sirven para alabar al caudillo, hacer culto de su imagen, emparentarlos simbólicamente con héroes patrios del pasado, exhibir armamento militar para que los ciudadanos sepan que tienen que comportarse (porque claro está que no van a invadir a nadie), lavar cerebros y encausar a los civiles a engrosar las filas del ejercito distrayendo así su atención del hecho de que se están muriendo de hambre Y claro, finalmente, una fecha patria para regímenes como el de Venezuela es la mejor ocasión que existe para azuzar temores contra enemigos imaginarios.
En resumen, toda una alharaca cuartelera, y duele saber que sea tan efectiva. De ahí que los venezolanos en Venezuela pretendan ridiculizar a un compatriota inmigrante por sumarse a la celebración del país que los acoge.
Simplemente es lastimoso y una muestra de cuan dañada y limitada ha sido el alma, la mente y el espíritu del venezolano por el chavismo. Incluyendo la de aquellos que se creen estar exentos.
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