Los dos Fernandez y el señor de la bicicleta.
- Milano
- 27 ago 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept 2019
"Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia no es más que una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento”. Nelson Mandela
Alberto Fernandez tiene un pié en la casa rosada y no sabemos muchas cosas todavía.
Aún nos preguntamos quién es en realidad, para quién juega ¿juega para Argentina, para Cristina, para sí mismo? ¿es demócrata, es comunista, prochavista, cómo piensa? Pues no sabemos, no podemos saber, pues un día se levanta con el pié derecho y habla con cordura generando confianza, pero otro día se levanta con el izquierdo y suelta un perla como ésta "Es difícil calificar de dictadura a un gobierno elegido; un gobierno elegido puede devenir en un gobierno autoritario, las instituciones están funcionando allá [Venezuela], después discutimos cómo funcionan". Poniendo así en tela de juicio su talante democrático e incluso a su sentido común (en lo personal creo que hasta su humanidad).
Porque, veamos...
Hoy en día desde Cúcuta hasta la Argentina los venezolanos erran por la cordillera andina, y pululan por las ciudades desterrados. Algunos famélicos, otros mejor alimentados, pero todos huyendo del mismo horror, el mismo que hace también a los cubanos lanzarse a los tiburones en una rueda de camión por ir a tomarse una coca-cola en la tierra del Tío Sam: El comunismo. Comunismo que en el caso venezolano está fuertemente ligado al narcotráfico, el militarismo, el paramilitarismo, la delincuencia desbordada, el colapso de servicios públicos, del sistema de salud y pare usted de contar. Con lo cual, al venezolano le quedan dos opciones: la muerte por mengua o el destierro.
¡Oh que democracia, cuantas opciones para elegir!
"De modo que la hamburguesa que usted pide a través de rappi en Buenos Aires tiene muchas posibilidades de ser entregada por un ingeniero industrial venezolano."
Ahora bien, no sé si en otras ciudades será igual, pero en Buenos Aires (donde también abunda el desempleo por vicios de la sociedad estrechamente relacionados con lo que padecen Cuba y Venezuela) los servicios de encomienda como Rappi o Glovo, entre otros de estos "trabajos" que han aparecido con la era digital, han sido la tabla de salvación de muchos de los desterrados venezolanos, quienes prácticamente han monopolizado el rubro.
"...se hizo viral la historia de un señor de la tercera edad venezolano que debió encaramarse en una bicicleta para hacer repartos para poder ganarse el pan. Historia la cual fue vendida melosa y edulcoradamente por los medios como ejemplo de lucha, de optimismo, de buena actitud, en fin, por poco menos que heroísmo ."
En resumen, la hamburguesa que usted pide a través de rappi en Buenos Aires tiene muchas posibilidades de ser entregada por un ingeniero industrial venezolano. Y tan cierto es lo que digo que hace unos meses se hizo viral la historia de un señor de la tercera edad venezolano que debió encaramarse en una bicicleta para hacer repartos y poder ganarse el pan. Historia la cual fue vendida melosa y edulcoradamente por los medios como ejemplo de lucha, de optimismo, de buena actitud, en fin, por poco menos que heroísmo. Cuando en realidad ese señor es el testimonio encarnado de la catástrofe venezolana, una catástrofe que ha conllevado la destrucción de las instituciones de un país y que ha dejado, entre otros miles de males, a la tercera edad sin tan siquiera una pensión digna con la cual poder descansar en el otoño de la vida (aunque nunca falta un cínicos que pueda decir que el trabajo es salud, y que la bicicleta al señor le mejorará su sistema circulatorio).
De manera que decir algo tan aberrante como que "las instituciones están funcionando allá [en Venezuela], después discutimos cómo funcionan". No son otra cosa que una espantosa, cínica y muy desafortunada negación total de la realidad con palabras muy elegantes por supuesto. Ahora, el lado positivo de tales expresiones es que permiten entrever al menos verdaderamente quién y cómo se va a gobernar próximamente en Argentina, pues imagino que declaraciones de ese tipo se hacen contando con la cercanía del régimen venezolano como otrora, pareciendo no advertir que esa fiesta de los petrodolares chavistas se acabó...
Con pesar debo decir que si bien no se avizora un buen panorama económico para la Argentina, no creo tampoco que la vuelta de Fernandez [Cristina] al poder presuponga una aniquilación de la democracia al estilo chavista, pero vaya que Maduro debe estar contento pues volverá a contar con un aliado lo suficientemente mezquino como los que él necesita; capaz de insultar tan gravemente a cada uno de los venezolanos en el exilio desde el poder suavizando tan oprobiosamente una dura realidad o como decimos en Venezuela "dándole la vuelta, para estar bien con dios y con el diblo".
Termino como comencé, con una cita de otro africano que sabe bastante sobre el oprobio y la injusticia:
"Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor" .
PD. Una vez los argentinos buscaron también refugio en venezuela y como ustedes lo han hecho con nosotros, los recibimos de brazos abiertos, y lo agradecemos. Sin embargo, nosotros los venezolanos nunca demostramos ninguna clase de apoyo al dictador del cuál ustedes buscaron refugio en nuestro suelo.
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